Podemos aprender a relajarnos física y mentalmente y al mismo tiempo entrenar a nuestra mente para que se relaje y descanse, y así pueda reorganizar su propia base de datos interna.
Una relajación positiva puede tener aplicaciones específicas como:
- Tener el control del sueño.
- Tener el control de los hábitos.
- Tener el control del dolor (jaquecas, migrañas, fibromialgia).
- Mejoramiento personal.
- Mejoramiento de los transtornos psicosomáticos.
- Desarrollo de las capacidades psicotrónicas.
Es por ello que la relajación es contemplada hoy en día como la precursora de la salud.
Relajarse es sano.