Nuestro corazón contiene un sistema nervioso independiente con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.
Parece ser que gracias a estos circuitos tan elaborados, el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro, puede aprender, recordar e incluso percibir.
Es por ello que hemos de mantener una buena higiene con nuestro corazón para poder tener o recuperar la salud. Cuando usamos la inteligencia o el cerebro de nuestro corazón, se puede crear un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente. Esta inteligencia se activa a través de las emociones positivas.
Hay que aprender a liberarse de tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio. Mecanismos que están anclados profundamente al ser humano.